En la última presentación del campeonato regular de la Primera Nacional como local, Gimnasia y Esgrima de Jujuy hizo bien los deberes y venció por 2 a 1 a Estudiantes de Buenos Aires. Con la clasificación al Reducido en el bolsillo sigue en el camino del ascenso, y asegurándose volver a la Copa Argentina del año entrante, el equipo jujeño buscará mayor ventaja deportiva en la próxima fecha.

Lo último que le queda definir al equipo jujeño es en qué puesto va a encarar la etapa que otorgará el segundo ascenso: con dos puntos debajo de Quilmes, si en la jornada siguiente logra vencer a Chacarita como visitante y el “Cervecero” cae como local contra San Miguel, el “Lobo” podría finalizar en el tercer puesto.

Sino, dependiendo de lo que haga All Boys este lunes, tendría casi asegurada la cuarta posición.

El que pega primero, pega dos veces. Una “avivada” bien futbolera fue la causa por la cual el “lobo” se puso en ventaja en el partido jugado este domingo en el estadio “23 de Agosto”. El armado previo de un córner típico fue cortado de golpe por la rapidez de Jorge Juárez, quien centró ante una dormida defensa rival y Bruno Palazo aprovechó la siesta del “pincha” para abrir el marcador, de cabeza.

Esa ventaja lograda por la rapidez mental del mediocampista tucumano y la cabeza del lateral derecho se agrandó poco después, como resultado de una exquisita habilitación de Rodrigo Velázquez. El “Flecha” dejó pagando a la zaga central visitante con un pase de emboquillada con destino a Mauro Albertengo, quien la bajó de pecho y metió un derechazo fulminante para el 2 a 0 parcial.

A pesar de un remate de Ignacio Vallejos que pasó cerca del travesaño local, el resultado con el que se fueron al entretiempo ambos conjuntos fue más que justo. Un Gimnasia de Jujuy cómodo y con más fútbol generó dos ocasiones y las aprovechó con claridad, mientras que Estudiantes nunca se sintió estable en el campo de juego.

En el segundo tiempo se complicó solo el equipo de Matías Módolo a partir de un fallo de Nicolás Dematei, al regalarle un insólito penal a su contrincante por un “foul” en el área. Jonathan Berón cambió la pena máxima por gol y volvió a ponerle condimento al encuentro, que estaba en una meseta.

Desde ese momento que se infló la red de Bigo, los nervios se apoderaron del elenco “albiceleste”, poniéndolo en una posición ahora incómoda para el resto del partido, y aguantando el resultado frente a los embates del “Pincha”.

Eran más intenciones que acciones en sí las generadas por el equipo de Walter Otta; no obstante ello, logró meter en su campo al local.

Luego de un córner que terminó con la pelota rozando el palo derecho de golero jujeño, el juvenil Gonzalo Puntano casi liquida el duelo, pero su remate tuvo un desvío que evitó el tercer grito de gol del “Lobo”. Los últimos minutos de juego fueron de puro sufrimiento, hasta que el árbitro Álvaro Carranza sentenció el marcador con el pitazo final.

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