Era un partido trascendental para los dos. Era un partido en el que se encontraban dos que luchan por el ingreso al Reducido de la Primera Nacional. Y el que terminó festejando fue Quilmes, que jugó un gran encuentro en el Norte del país, venció con contundencia a Gimnasia y Esgrima y trepó al tercer lugar de la Zona A para quedar a un pasito de clasificarse a la disputa por el segundo ascenso a la Primera División.
Más allá de visitar la capital jujeña, el “cervecero” no se mareó, supo cómo pararse en la “Tacita de Plata” y se quedó con tres puntazos ante un “lobo” que buscó en todo momento pero que estuvo peleado con el arco. La derrota para el local fue un duro “golpazo”, ya que pretendía sacarle una luz a los equipos que lo perseguían.
Quilmes pisó fuerte, aunque recién logró reflejarlo en el marcador en el cierre del primer tiempo, cuando Emanuel Herrera halló a Leandro Allende en el área y el “11” no dudó: entró con todo y definió cruzado para poner el 1-0 parcial e irse al descanso con la tranquilidad de la chapa a su favor.
Lejos de sacar el pie del acelerador, el “cervecero” tuvo un inicio furioso en el complemento. Es que armó una gran jugada colectiva que Lautaro Parisi convirtió de manera exquisita para sepultar las esperanzas de Gimnasia de revertir la historia y quedarse con el triunfo en su casa.
Foto: Prensa Gyej.