A poco de finalizar el mes de julio, la continuidad de la Copa Norte —el torneo interprovincial que enfrenta a los campeones de las copas de Jujuy y Salta— atraviesa un momento de incertidumbre. Y es que, a diferencia de lo que sucede del lado jujeño, donde la Copa Jujuy se desarrolla con normalidad tanto en la rama masculina como femenina, en Salta el certamen aún no comenzó, y ni siquiera hay señales claras desde los organismos oficiales que indiquen cuándo podría arrancar.
Desde la Secretaría de Deportes salteña, dependiente del gobierno provincial, no hay información oficial, ni declaraciones públicas respecto a una posible fecha de inicio o una eventual suspensión. Este prolongado silencio comienza a generar preocupación en dirigentes, clubes y ligas del interior, que cada vez tienen menos margen de tiempo para organizar un torneo competitivo y representativo.
“No dan señales de vida. Ya los llamamos, luego nos reunimos. Parece que están complicados”, expresaron fuentes vinculadas a la organización jujeña en diálogo con este medio. La falta de respuesta y de interés por parte de las autoridades salteñas alimenta la hipótesis de que este año la Copa Salta no se disputaría, lo cual pondría en jaque, una vez más, la realización de la Copa Norte.
El contraste con Jujuy es notorio. A pesar de un contexto económico difícil, la Copa Jujuy avanza sin contratiempos, con gran participación de clubes en ambas ramas, mostrando una clara voluntad institucional de sostener la competencia. Esa diferencia de gestión resalta aún más el momento crítico que vive el fútbol salteño, que había encontrado en su copa provincial una herramienta efectiva para federalizar el deporte y fortalecer el vínculo con los clubes del interior.
Desde su creación, la Copa Norte se disputó en cuatro ocasiones: Villa San Antonio fue el primer campeón en 2019 y repitió el título en 2022; Altos Hornos Zapla alzó la copa en 2023, mientras que el último en consagrarse fue Atlético San Pedro, en la edición 2024. Sin embargo, ya existen antecedentes de suspensiones. En 2020, la pandemia de Covid-19 impidió su realización, y en 2021, pese a tener campeones definidos en ambas provincias (Gimnasia de Jujuy y Deportivo La Merced), la falta de acuerdo entre los clubes frustró la disputa de la final.
Hoy, el escenario parece encaminarse hacia un nuevo parate. La ausencia de planificación por parte de Salta y la demora en tomar decisiones oficiales podrían desembocar en una nueva edición ausente, un hecho que no solo perjudica a los jugadores, sino que también desilusiona a hinchas, entrenadores y dirigentes que ven en la Copa Norte un evento deportivo de alto valor simbólico y competitivo.
Mientras tanto, desde Jujuy ya comenzaron los análisis y especulaciones: si no hay campeón salteño, ¿se buscará invitar a otro club? ¿Se declarará desierta la edición 2025? ¿Podría la organización jujeña impulsar algún formato alternativo? Por ahora, son solo interrogantes que flotan en el aire, esperando una respuesta que no llega.
Lo cierto es que la Copa Norte no se sostiene sin la participación activa de ambas provincias. Y si Salta sigue sin activar los mecanismos para organizar su copa provincial, todo parece indicar que este año los campeones no se encontrarán en la cancha. Una pérdida que va más allá de lo deportivo: es un retroceso en la construcción de una identidad regional a través del fútbol.